Famosos con la Enfermedad de Addison
Nathan Gafuik
Cuando le diagnosticaron la enfermedad de Addison a Nathan Gafuik, a la edad de 15 años, su carrera como atleta se encontraba en una espiral cuesta abajo. A pesar de seguir un entrenamiento agotador como uno de los mejores gimnastas jóvenes de Canadá, tenía el aspecto de un niño de 11 años de edad. Vomitaba durante las competiciones, y llegó a Calgary tan agotado que no podía levantarse de la cama. Para solucionar su extrema necesidad de sal, devoraba encurtidos con sal. Durante un invierno, le salió un bronceado misterioso. Su diagnóstico se enfrentó a su pasión por la gimnasia. Su cuerpo no producía cortisol, una hormona esencial para vivir, conocida también como la hormona antiestrés y que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. Además, ayuda al cuerpo a responder a heridas, trauma, enfermedad, estrés, miedo, etc.
Entonces, este joven con grandes esperanzas de futuro, se encontró ante un dilema. Si quería seguir con su vida como deportista tendría que seguir una terapia de reemplazo hormonal no solo para seguir vivo, sino para poder seguir competiendo como el que más.
No había precedentes. Ningún otro atleta del que fijarse para seguir una pauta de tratamiento. Los médicos, ni siquiera estaban seguros de si podría continuar a ese nivel. Así fue como, con la ayuda de sus padres, su coach y endocrinólogos, empezaron un camino desconocido y a ciegas.
Por supuesto que no fue fácil. Había muchos contratiempos que superar: cambios de uso horario, entrenamientos muy duros, mucho estrés y, el mayor estrés de todos: las Olimpiadas.
Sin embargo, su diagnóstico no le impidió continuar su carrera como deportista de élite e incluso participar en las Olimpiadas. Todo un logro y un referente para muchos.
En la maleta para las Olimpiadas, tuvo que esforzarse por incluir todo lo que necesitaba además de su medicación: la fludrocortisona y la hidrocortisona, así como la comida y bebida que le servía para mantener su nivel de glucosa y electrolitos equilibrados.
Su experiencia propia, a través del ensayo y error, le había atribuido el conocimiento para tener menos probabilidades de caer enfermo y para saber manejar mejor su enfermedad.
Pero, llegar a este conocimiento no había sido un camino de rosas. A los 16 años de edad, se cayó de la barra. Su cuello quedó enganchado y se dio con la cara en el suelo. Para la mayoría de las personas, apenas hubiese supuesto dolor y moratones. Sin embargo, él estuvo en peligro de sufrir una crisis suprarrenal, entrar en coma, e incluso morir, y tuvo que ser trasladado con urgencia a un hospital.
Dos años más tarde, en una competición en Rusia, la combinación de un cansancio general y una terrorífica crisis suprarrenal le hizo tener que volver antes a casa. Perdió el conocimiento en la sala de urgencias. Los médicos extranjeros no sabían lo que le estaba pasando y no fue hasta muchas llamadas más tarde a la Embajada de Canadá que pudieron recibir la información precisa para tratarle.
La complicación añadida de su enfermedad, hizo que tuviera que empezar a prepararse 1 año antes de las Olimpiadas de 2008. Recibió un permiso especial del Comité Internacional de las Olimpiadas para utilizar su medicación. No eran el tipo de esteroides que podrían considerarse como usados para mejorar la condición física y doparse.
Antes de acudir a Beijing, lo consensuó y planificó todo lo máximo posible. Casi al milímetro hasta el día en el que tenía que competir. Los días de competición, aumentaba la dosis, pero las dividía a lo largo del día para mantenerse bien.
En Beijing quedó el 17, el segundo mejor resultado en la historia de Canadá.
Sus últimas olimpiadas fueron las de Londres 2012. Quedó el número 46 en la barra horizontal. Uno de los mejores competidores del equipo de Canadá. Se ganó un reconocimiento por su actuación en la barra horizontal en el Campeonato de Canadá de 2012. Ganó dos medallas en el 2011 FISU, medalla de oro y medalla de plata… Tiene un gran palmarés como deportista, a pesar de su joven edad.
Según Nathan: “Tuve que luchar contra muchas cosas en mi carrera. No solo para estar en el nivel de competición en el que estoy, sino para manejar la enfermedad de Addison. Me convirtió un luchador. Supongo. No quiero darme por vencido en muchas situaciones. Espero que este ánimo de superación me lo pueda llevar a mi próxima vida”.
Fuente:
Wikipedia
Addison´s Disease Self-Help Group
Fotografía.
Nathan Gafuik
Nuestro más sincere agradecimiento a Katherine White y a ADSHG (Addison´s Disease Self-Help Group), por permitirnos hacer uso de esta información. Traducción parcial del texto en inglés al español realizada por Adisen.