La diabetes, conocida por los médicos como diabetes mellitus, es el nombre que se aplica a una serie de desórdenes en los que el cuerpo tiene problemas para regular los niveles de glucosa en sangre o de azúcar en sangre.
Principalmente existen dos tipos de diabetes: la diabetes de tipo 1 y la diabetes de tipo 2. Hay un tercer tipo de diabetes llamada diabetes monogénica, que a veces se confunde con la diabetes de tipo 1.
La diabetes de tipo 1 suele desarrollarse de forma gradual, pero lo síntomas pueden aparecer de repente.
Si descubre varios de los síntomas o señales que se relacionan a continuación, acuda a un especialista:
- Cansancio extremo.
- Sed extrema, deshidratación.
- Micción aumentada.
- Dolor abdominal.
- Naúseas y/o vómitos.
- Visión borrosa.
- Heridas que no se curan bien.
- Cambios de humor con facilidad.
- Cambios o pérdida de la menstruación.
- Pérdida de peso (a pesar de comer más).
- Ritmo cardíaco acelerado.
- Tensión arterial disminuida (por debajo de 90/60).
- Temperatura corporal disminuida.
La diabetes de tipo 1 se produce cuando el sistema inmune del organismo ataca y destruye algunas células del páncreas. Estas células, llamadas células beta, son contenidas en otras células o dentro de pequeñas islas de células endocrinas conocidas como isletas pancreáticas. Las células beta normalmente producen insulina, una hormona que ayuda al cuerpo a desplazar la glucosa de las comidas a las células del cuerpo, para usarla como energía. Cuando las células beta se ven destruidas, no se puede producir insulina, y la glucosa permanece en la sangre, donde puede ocasionar graves daños a todos los órganos.
Por esta razón, las personas con diabetes de tipo 1 deben administrase insulina para seguir con vida. La insulina se inyecta generalmente debajo de la piel. En algunos casos, una bomba libera la insulina de forma continua. No existe en forma de pastillas.
Las inyecciones son necesarias entra una y cuatro veces al día. En un principio, cuando son niños, son administradas por los padres u otro adulto, y sobre la edad de 14 años, la mayoría se la inyectan ellos mismos (aunque no se le debe exigir al niño hacerlo).
Las personas con diabetes deben aprender a ajustar la cantidad de insulina que están tomando en las siguientes situaciones:
- Cuando hacen ejercicio.
- Cuando están enfermos.
- Cuando están comiendo más o menos alimentos y calorías.
- Cuando están viajando.
La causa exacta se desconoce, aunque se baraja la posibilidad de que puedan desempeñar un papel importante los virus y los problemas autoinmunitarios.
Vivir con diabetes es aprender a tratar con los problemas que acarrea la enfermedad. En la diabetes de tipo 1, se puede producir una hipoglucemia o una hiperglucemia. A casi todos los pacientes con este tipo de diabetes les suele suceder de vez en cuando.
La hipoglucemia, o un nivel bajo de glucosa, puede presentarse incluso cuando se está haciendo todo lo posible por controlar la diabetes. En ocasiones, no se puede evitar, pero se puede aprender a detectar antes de que se complique.
La hipoglucemia, también llamada reacción a la insulina, presenta los síntomas siguientes:
- Temblores.
- Mareo.
- Sudores.
- Hambre.
- Dolor de cabeza.
- Palidez.
- Cambios de comportamiento, por ejemplo, llorar sin ninguna razón aparente.
- Movimientos lentos y pesados.
- Dificultad de concentración o confusión.
- Sensación de pinchazos alrededor de la boca.
La hiperglucemia tiene lugar cuando el azúcar (glucosa) en sangre es demasiado elevado. En este caso, sucede cuando el organismo tiene poca, o apenas tiene insulina. O cuando no utiliza la insulina de forma apropiada.
Entre los síntomas, se incluyen los siguientes:
- Glucosa en sangre, elevada.
- Niveles elevados de azúcar en orina.
- Micción frecuente
- Aumento de la sed
Parte del proceso de control de la diabetes consiste en controlar el nivel de glucosa en sangre. Su especialista le dirá cuál es el método más adecuado para su caso. Según los resultados, sabrá si el nivel es bajo o alto. Si confirma que el nivel de azúcar es demasiado bajo o demasiado alto, actúe de inmediato.
La hipoglucemia debe tratarse de inmediato porque puede empeorar rápidamente y hacer que pierda el conocimiento. Una vez que pierda el conocimiento, es necesario recibir una inyección de emergencia de inmediato, por ejemplo, una inyección de glucagón o tratamiento de emergencia en el hospital.
Es importante tratar el episodio de hiperglucemia en el momento en que se detecte. Si no se trata, puede dar lugar un coma diabético (cetoacidosis). La cetoacidosis se manifiesta cuando el organismo no tiene suficiente insulina. Sin insulina, no se puede usar glucosa como energía. La cetoacidosis pone su vida en peligro y necesita un tratamiento médico de inmediato.
Hable con su especialista sobre cómo manejar estas situaciones.
No existe cura para la diabetes. El tratamiento consiste en medicamentos, dieta y ejercicio para controlar el nivel de azúcar en la sangre, al igual que prevenir los síntomas y sus complicaciones.
Antes del descubrimiento de la insulina en 1921, todas las personas que padecían diabetes del tipo 1 morían a los pocos años de ser diagnosticados. Aunque la insulina no es una cura, su descubrimiento ha supuesto un paso muy importante en el tratamiento de la diabetes.
Hoy en día, siguiendo una dieta saludable, haciendo ejercicio, y tomando la insulina, así como los medicamentos que correspondan a la diabetes de tipo 1, la persona puede vivir una larga vida, saludable.
Las personas con diabetes del tipo 1 deben seguir una dieta saludable, seguir una pauta de ejercicios y utilizar su medicación (si les ha sido prescrita). Hacerlo, disminuye los riesgos de un empeoramiento y/o de complicaciones. Dejar de fumar también es importante.
Los diabéticos deben hacerse responsables de su control diario. Por lo general, esto supone vigilarse el nivel de glucosa en sangre y tomar las medidas necesarias dependiendo de si está baja (hipoglucemia) o alta (hiperglucemia).
Además de comprobar su nivel de glucosa, el médico y/o especialista tendrá que seguir su progreso. En ocasiones, hace falta un equipo médico para atender distintas necesidades (por ejemplo, el médico de medicina primaria, el endocrino, un dietista, un pediatra, un oftalmólogo, etc.).
Las personas con diabetes no sólo deben aprender a manejar su enfermedad, sino que es altamente recomendable mantenerse informados y al día, ya que constantemente se están desarrollando nuevas investigaciones y mejores maneras de tratar la enfermedad.
Alerta medica.
Todos los pacientes con diabetes deben llevar una identificación (chapa o pulsera) para advertir a los médicos acerca de esta afección en caso de una emergencia, así como una tarjeta médica en su bolso o monedero.
Apoyo.
Muchos como usted tienen diabetes. No está solo. Intente relacionarse con personas que padecen diabetes. Quizás existan grupos de apoyo en su ciudad.
Adisen dispone de guías para pacientes y familiares afectados, así como de guías para profesionales.
Consultar listado de guías para socios y profesionales.
La información facilitada en esta página es un resumen de los contenidos que ofrecemos a través de nuestros boletines y guías informativas para soci@s. Si desea ampliar esta información, por favor, no dude en contactar con nosotros a través de nuestro formulario de contacto. Gracias.
Diabetes Mellitus – Diabetes Mellitus tipo 1 – Diabetes Mellitus tipo 2