Hablamos de bocio cuando existe un agrandamiento de la glándula tiroides. Es importante saber que su presencia no necesariamente indica que exista un mal funcionamiento del tiroides, aunque sí una anormalidad en su función. Puede suceder en el caso de que el tiroides esté produciendo pocas hormonas (hipotiroidismo) o demasiadas hormonas (hipertiroidismo). Suele ser más común en las mujeres y en las personas mayores.
El síntoma principal es la inflamación o agrandamiento de la glándula tiroides. Puede agrandarse tanto que se puede observar a simple vista como una masa en el cuello. El agrandamiento puede tardar años en formarse. Generalmente no suele molestar, aunque esta inflamación (visible o no visible) puede ejercer cierta presión sobre la traquea y el esófago, lo que podría causar dificultad para respirar y/o para deglutir, cambios en la voz, tos y sibilancias. Las venas del cuello se pueden hinchar y la persona puede padecer mareos al levantar los brazos por encima de la cabeza.También se pueden manifestar otros síntomas.
Existe un variado número de causas que pueden ocasionar el bocio. Una de las más comunes en todo el mundo es la deficiencia de yodo. Con esta deficiencia en el organismo la persona tendrá hipotiroidismo.
La enfermedad de Graves, un desorden autoinmune conocido por producir hormonas en exceso (hipertiroidismo), es otra de las causas más extendidas del bocio y puede producir una inflamación indolora y uniforme en la glándula. En este caso, el sistema inmunológico de la persona produce una proteína conocida como inmunoglobulina estimuladora de la tiroides.
La enfermedad de Hashimoto es una causa mucho más común del bocio. Se trata de una condición autoinmune en la que se produce la destrucción de la glándula tiroidea por parte del propio sistema inmunológico. Cuanto más dañada se encuentra la glándula, menos hormonas produce. La glándula pituitaria detecta un nivel disminuido de hormonas y segrega más TSH para estimular el tiroides. Esta estimulación produce un agrandamiento de la glándula y el bocio.
El bocio multinodular tiene la particularidad de que se desarrollan nódulos en ambos lados del tiroides, produciendo un agrandamiento de la glándula. En el caso del nódulo tiroideo único, suele ser benigno y no produce cáncer.
El cáncer de tiroides es menos común que los nódulos tiroideos benignos, aunque puede parecer un agrandamiento de la glándula.
La tiroiditis es una inflamación del tiroides. Existen varios tipos, algunas pueden ocasionar dolor, a veces agravado por la presión o la deglución. Unas están asociadas al hipertiroidismo y otras al hipotiroidismo.
El diagnóstico del bocio suele realizarse en la exploración médica, cuando el especialista detecta un agrandamiento del tiroides, lo que indica una anormalidad de la glándula. Sin embargo, es importante averiguar la causa del bocio ya que el tratamiento se basa en ello.
Como primer paso, lo más probable es que se lleve a cabo una analítica para determinar si el tiroides se encuentra hipoactivo o hiperactivo. Las pruebas posteriores dependerán del resultado.
Entre las pruebas que podrían solicitarse figuran las siguientes:
- Pruebas analíticas de sangre
- Análisis de orina
- Pruebas de tiroides.
- Escáner del tiroides
- Ultrasonido del tiroides.
- Biopsia.
El tratamiento depende de la causa que haya producido el bocio, de su tamaño, y de los síntomas que manifieste la persona. Cuando se trata de un bocio pequeño que apenas causa problemas, con un funcionamiento aparentemente normal, es probable que el especialista sugiera esperar a ver qué sucede. Podría desaparecer de forma espontánea o agrandarse. Con el tiempo puede desarrollarse un hipertiroidismo o un hipotiroidismo.
Si es debido a una deficiencia de yodo le será prescrito un suplemento oral de yodo y posiblemente tendrá que aumentar la ingesta de yodo en su dieta. Aunque no lo disuelve.
Si el bocio es el resultado de una tiroiditis de Hashimoto y tiene hipotiroidismo, el tratamiento será mediante una pastilla diaria de suplemento hormonal para equilibrar sus niveles hormonales. Aunque este tratamiento no elimina del todo el bocio, podría reducir su tamaño y evitar que siga creciendo.
En el caso de que sea debido a un hipertiroidismo, el tratamiento depende de la causa de dicho hipertiroidismo. En algunos casos, el tratamiento podría eliminar el bocio.
Cuando el bocio es producido por un cáncer en el tiroides, será necesario extraerlo quirúrgicamente. En este caso, después de la operación será necesario tomar medicación, dependiendo de la cantidad de tiroides extraída.
Muchos bocios son debidos a varios nódulos y están asociados con niveles normales de la hormona de tiroides en sangre. Este tipo de bocio no suele necesitar un tratamiento específico, sin embargo, hay que vigilar al paciente porque puede producirse un hipotiroidismo o hipertiroidismo en el futuro. No obstante, si el bocio es demasiado grande y está oprimiendo el conducto respiratorio, es posible que sea extraído quirúrgicamente. La presencia de nódulos puede hacer sospechar la presencia de un cáncer, pero no hay que olvidar que la posibilidad de que el nódulo sea maligno es de menos del 5%. Extraer un bocio sólo por temor a que sea cáncer, no es aconsejable.
Si a pesar de la medicación, el bocio sigue aumentando de tamaño o si su agrandamiento produce problemas para deglutir y respirar, dolor en la traquea u opresión al respirar, el especialista muy probablemente sugerirá extirparlo.
La información facilitada en esta página es un resumen de los contenidos que ofrecemos a través de nuestros boletines y guías informativas para soci@s. Si desea ampliar esta información, por favor, no dude en contactar con nosotros a través de nuestro formulario de contacto. Gracias.