La diabetes, conocida por los médicos como diabetes mellitus, es el nombre que se aplica a una serie de desórdenes en los que el cuerpo tiene problemas para regular los niveles de glucosa en sangre o de azúcar en sangre.
Principalmente existen dos tipos de diabetes: la diabetes de tipo 1 y la diabetes de tipo 2. Hay un tercer tipo de diabetes llamada diabetes monogénica, que a veces se confunde con la diabetes de tipo 1.
La diabetes de tipo 2 es un desorden metabólico en el que el cuerpo de la persona todavía produce insulina pero es incapaz de usarla de forma efectiva. No siempre requiere la necesidad de inyectarse insulina. Generalmente se presenta en la edad adulta, aunque cada vez hay más jóvenes que son diagnosticados con este tipo de diabetes. La obesidad y la falta de ejercicio, está haciendo que sea cada vez más común en la población.
Muchas personas desconocen que la padecen, a pesar de ser una enfermedad grave si no es tratada.
En ambos casos, la glucosa no logra penetrar en las células y los niveles de azúcar en sangre son demasiado elevados. Con el tiempo, un nivel de azúcar demasiado elevado puede ocasionar complicaciones muy serias.
Los síntomas de la diabetes de tipo 2 se desarrollan de forma gradual, de hecho de forma tan lenta que es posible que pasen desapercibidos. Algunas personas se ven sorprendidas cuando son diagnosticadas con diabetes de tipo 2 porque habían acudido al médico por algo que pensaban era diferente (problemas urinarios, pérdida de peso, etc.).
Tanto si su cuerpo es resistente o no es resistente a la insulina, los síntomas se desarrollan de forma lenta. En el segundo caso, no siendo resistente a la insulina, el cuerpo no produce la insulina suficiente para procesar la glucosa.
Estos son algunos de los síntomas que podrían manifestarse con la diabetes de tipo 2:
- Aumento de la sed.
- Cansancio.
- Micción frecuente.
- Aumento del apetito.
- Pérdida de peso.
- Visión borrosa.
- Infecciones que sanan lentamente.
- Impotencia en los hombres.
En cuanto a las causas, hay varias posibles, siendo la genética y la forma de vida las más importantes. Una combinación de ambas puede causar resistencia a la insulina. La resistencia a la insulina suele ser una de las causas más comunes de la diabetes de tipo 2.
Entre los factores de la forma de vida que pueden afectar al desarrollo de la diabetes e tipo 2 se incluyen:
- Falta de ejercicio.
- Dieta no equilibrada.
- Obesidad / Sobrepeso.
Entre las complicaciones posibles a corto plazo en la diabetes de tipo 2 figuran la hipoglucemia y la hiperglucemia.
La hipoglucemia, o un nivel bajo de glucosa, puede presentarse incluso cuando se está haciendo todo lo posible por controlar la diabetes. En ocasiones, no se puede evitar, pero se puede aprender a detectar antes de que se complique.
La hipoglucemia, también llamada reacción a la insulina, presenta los síntomas siguientes:
- Temblores.
- Mareo.
- Sudores.
- Hambre.
- Dolor de cabeza.
- Palidez.
- Cambios de comportamiento, por ejemplo, llorar sin ninguna razón aparente.
- Movimientos lentos y pesados.
- Dificultad de concentración o confusión.
- Sensación de pinchazos alrededor de la boca.
La hiperglucemia tiene lugar cuando el azúcar (glucosa) en sangre es demasiado elevado. En este caso, sucede cuando el organismo tiene poca, o apenas tiene insulina. O cuando no utiliza la insulina de forma apropiada.
Entre los síntomas, se incluyen los siguientes:
- Glucosa en sangre, elevada.
- Niveles elevados de azúcar en orina.
- Micción frecuente
- Aumento de la sed
Parte del proceso de control de la diabetes consiste en controlar el nivel de glucosa en sangre. Su especialista le dirá cuál es el método más adecuado para su caso. Según los resultados, sabrá si el nivel es bajo o alto. Si confirma que el nivel de azúcar es demasiado bajo o demasiado alto, actúe de inmediato.
La hipoglucemia debe tratarse de inmediato porque puede empeorar rápidamente y hacer que pierda el conocimiento. Una vez que pierda el conocimiento, es necesario recibir una inyección de emergencia de inmediato, por ejemplo, una inyección de glucagón o tratamiento de emergencia en el hospital.
Es importante tratar el episodio de hiperglucemia en el momento en que se detecte. Si no se trata, puede dar lugar un coma diabético (cetoacidosis). La cetoacidosis se manifiesta cuando el organismo no tiene suficiente insulina. Sin insulina, no se puede usar glucosa como energía. La cetoacidosis pone su vida en peligro y necesita un tratamiento medico de inmediato.
Entre las complicaciones a largo plazo de la diabetes de tipo 2 figuran la retinopatía diabética, nefropatía, neuropatía diabética y problemas macrovasculares, entre los que se incluyen problemas en los ojos, hígado, nervios, corazón, cerebro y vasos sanguíneos.
Hable con su especialista sobre cómo manejar estas situaciones.
Los diabéticos deben hacerse responsables de su control diario. Por lo general, esto supone vigilarse el nivel de glucosa en sangre y tomar las medidas necesarias dependiendo de si está baja (hipoglucemia) o alta (hiperglucemia).
Además de comprobar su nivel de glucosa, el médico y/o especialista tendrá que seguir su progreso. En ocasiones, hace falta un equipo médico para atender distintas necesidades (por ejemplo, el médico de medicina primaria, el endocrino, un dietista, un pediatra, un oftalmólogo, etc.).
Las personas con diabetes no sólo deben aprender a manejar su enfermedad, sino que es altamente recomendable mantenerse informados y al día, ya que constantemente se están desarrollando nuevas investigaciones y mejores maneras de tratar la enfermedad.
Prevenir.
Si tiene algunos de los factores de riesgo o le han dicho que tiene pre-diabetes, debe tomar medidas para evitar que desarrolle diabetes. No pierda el tiempo porque podría complicarse en una diabetes de tipo 2.
Su médico le ayudará a elaborar un plan para evitarlo. Este plan podría incluir:
- Peso saludable y mantenerlo.
Tener sobrepeso, es decir, pesar por encima de la masa corporal recomendada aumenta las posibilidades de que desarrolle una diabetes de tipo 2. Así que si tiene sobrepeso, tome medidas para perder peso. Puede hacerlo comiendo porciones pequeñas y estando más activo físicamente.
- Reducir las porciones y comer más saludable.
Limite el uso de grasas y de azúcar. Coma más legumbres y verduras. Coma de forma saludable. Reduzca la cantidad de comida. Coma, pero con moderación. Intente hacer más comidas a lo largo del día, pero no una pesada.
- Ejercicio
Para evitar la diabetes de tipo 2 es importante hacer ejercicio. Puede ayudarle a perder peso y, si es resistente a la insulina, ayudará a su cuerpo a aumentar su sensibilidad a la insulina. Además, mantiene su corazón fuerte y le ayudará a dormir mejor.
No obstante, empiece siempre con ejercicios leves y siguiendo la recomendación y control de un especialista.
Cambiar los hábitos de vida es la mejor forma para evitar la diabetes de tipo 2, y si le han dicho que podría desarrollar diabetes o que tiene pre-diabetes, debe comenzar a tomar medidas ahora mismo.
Alerta medica.
Todos los pacientes con diabetes deben llevar una identificación (chapa o pulsera) para advertir a los médicos acerca de esta afección en caso de una emergencia, así como una tarjeta médica en su bolso o monedero.
Apoyo.
Muchos como usted tienen diabetes. No está solo. Intente relacionarse con personas que padecen diabetes. Quizás existan grupos de apoyo en su ciudad.
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Diabetes Mellitus – Diabetes Mellitus tipo 1 – Diabetes Mellitus tipo 2