Aunque al hablar de la hormona del crecimiento, se asocia la palabra con los niños y con su crecimiento, la hormona del crecimiento es una hormona crucial para mantener una vida saludable, y afecta tanto a niños como a adultos.
Esta hormona no se limita al crecimiento sino que implica muchas cosas más importantes que la estatura. Y es que incluso después de parar de crecer, los adultos todavía necesitan la hormona del crecimiento.
La hormona del crecimiento es una proteína producida por la glándula pituitaria, que es liberada a la circulación sanguínea.
Entre las preocupaciones de una persona afectada por una deficiencia de la hormona del crecimiento se incluyen problemas graves relacionados con la fuerza del corazón, la capacidad pulmonar, la densidad ósea, el funcionamiento del sistema inmunológico, etcétera.
En realidad, la deficiencia de la hormona del crecimiento afecta a todo el organismo, por lo tanto es muy importante detectar la deficiencia lo antes posible para tratarla y así evitar daños y retrasos permanentes.
Más del 90% de pacientes con deficiencia de la hormona del crecimiento tienen un problema o desorden en la glándula pituitaria, que suele ser causado por un tumor en la glándula, cirugía, radiación, tuberculosis, sarcoidosis o por un golpe en la cabeza (afectando su glándula pituitaria).
Los pacientes con hipopituitarismo y panhipopituitarismo tienen mayores posibilidades de tener una deficiencia de la hormona del crecimiento.
La hormona del crecimiento mantiene el equilibrio correcto en los músculos, huesos y tejidos grasos del organismo. Sin la hormona del crecimiento, existiría un desequilibrio en ellos.
Existiendo una deficiencia de esta hormona, y teniendo en cuenta que mantiene la cantidad adecuada de grasa en los músculos y huesos, controlando el metabolismo de las grasas, los adultos sufren un problema adicional al aumentar su nivel de colesterol en sangre, con las consecuencias que puede ocasionar en su salud.
Cuando afecta a los músculos, existe una masa muscular disminuida y la habilidad para hacer ejercicio se ve disminuida.
Un nivel elevado de colesterol en sangre aumenta el riesgo de padecer una enfermedad cardiaca temprana. Sin olvidar, que el corazón es un músculo, y aunque todavía queda por averiguar si realmente es significativo para la salud del paciente, es posible que la deficiencia de esta hormona haga bombear el corazón con menor fuerza.
Con respecto a los huesos, la deficiencia de la hormona del crecimiento tiende a debilitarlos provocando lo que se conoce como osteoporosis.
Además, esta hormona mantiene los niveles normales de azúcar en sangre. De ahí que en los niños suela ser común manifestar hipoglucemia de ayuno. Para los adultos también es importante mantener un nivel de azúcar en sangre normal, especialmente en momentos de ayuno.
La hormona del crecimiento apoya al sistema inmune y ayuda al organismo a combatir las enfermedades.
Los adultos afectados por esta deficiencia pueden aislarse socialmente, sufrir depresión y ansiedad, tener menos energía y perder el interés sexual.
Síntomas de la deficiencia de la hormona del crecimiento en los adultos
Una persona con un nivel disminuido de la hormona del crecimiento tendrá síntomas que pueden incluir los siguientes:
- Un mayor nivel de grasa corporal, especialmente en la cintura.
• Ansiedad y depresión.
• Cambios en el nivel de colesterol en sangre. Los adultos con una deficiencia de la hormona del crecimiento suelen tener niveles más elevados de triglicéridos.
• Disminución de función e interés sexual.
• Cansancio.
• Sentirse aislados de otras personas.
• Mayor sensibilidad al frío y al calor.
• Menor masa muscular.
• Menor fuerza y habilidad para practicar ejercicio.
• Densidad ósea disminuida y tendencia a sufrir fracturas óseas conforme se hacen mayores.Diagnóstico.El diagnóstico de la deficiencia de la hormona del crecimiento no es sencillo e implica en primer lugar realizar una serie de pruebas médicas para descartar otras posibles causas.
Una vez descartadas las demás posibilidades que pueden manifestar los mismos síntomas de una deficiencia de la hormona del crecimiento, se procede a comprobar si existe una deficiencia de la hormona del crecimiento.
El resultado de una analítica de sangre para comprobar el nivel de la hormona del crecimiento no es dato suficiente para descartar ni diagnosticar la deficiencia y puede ser confuso.
Se debe considerar una deficiencia de la hormona del crecimiento en las personas que sufren hipoglucemia e hipopituitarismo, así como en los adultos que hayan seguido un tratamiento para adenomas pituitarios.
No facilitar el tratamiento adecuado podría poner su vida en peligro.
Tratamiento.
El propósito de la terapia es conseguir un nivel físico apropiado de la hormona del crecimiento para corregir todas las anomalías que ocasiona la deficiencia, sin embargo, no existe una tabla de dosis establecidas que se pueda seguir, por lo que habrá que alcanzar la dosis necesaria siguiendo un proceso de prueba.
Todas las opciones que hay en el mercado como hormona del crecimiento son biosintéticas e idénticas en estructura a la hormona del crecimiento natural de la persona (aunque no en todos los países). Se ha creado usando una tecnología genética.
Para que sea efectivo el reemplazo de la hormona del crecimiento, deben tratarse también las demás deficiencias hormonales de la pituitaria.
Beneficios del tratamiento.
Los beneficios del tratamiento de reemplazo con la hormona del crecimiento pueden empezar a sentirse a las dos o tres semanas después de iniciar la terapia, aunque probablemente no se sentirá un bienestar total hasta pasados tres o seis meses, conforme se alcance la dosis adecuada.
La mayoría de los pacientes sienten que tienen más energía y que se sienten mejor de su estado de salud en general.
Los beneficios del tratamiento con la hormona del reemplazo siguen en estudio, por lo que se van ampliando cada vez que se descubren nuevos efectos positivos del mismo.Entre los beneficios, el tratamiento puede mejorar:
- La calidad de vida y bienestar general.
• Hipoglucemia.
• Densidad ósea.
• Fuerza muscular.
• Enfermedad cardiovascular.
• Colesterol en sangre.
• Composición corporal.
• Problemas psicológicos.
• El envejecimiento prematuro.
A tener en cuenta.
Según un estudio llevado a cabo por especialistas médicos en Italia, se ha concluido que debe evaluarse la hormona del crecimiento en pacientes con celiaquía o intolerancia al gluten que no hayan recuperado su ritmo de crecimiento y desarrollo después de haber iniciado una dieta libre de gluten. En estos casos, tras un periodo de dieta sin gluten, debe considerarse la administración de una terapia con la hormona del crecimiento.
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